El 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta. El aniversario internacional fue ideado por los productores de pasta para promover su consumo. El 25 de octubre 1995 se celebró en Roma su primer congreso mundial. Después de tres años, en 1998, nació el World Pasta Day, una fiesta mundial de la pasta que, obviamente, fue lanzada desde Nápoles.
No se equivoca quien repite que la comida es cultura, pero a veces lo que creemos saber resulta ser una leyenda urbana. Vale también para la pasta. A continuación les dejo 5 falsos mitos sobre la pasta y un mensaje final muy bonito sobre nuestros orígenes 😉
1. Marco Polo y los espaguetis
Incluso antes del Día Mundial de la Pasta, la industria alimentaria siempre ha buscado nuevos caminos para impulsar sus productos. Y a veces, como hoy, inventaba una historia sobre el origen de la comida. También sucedió con la pasta, con los espaguetis para la precisión. Se dice que los trajo Marco Polo desde China.
Un marinero había bajado a las costas de Catai y se encontró con un grupo de personas que hacían largas tiras de pasta. Aprendió el procedimiento, y volvió a bordo con una muestra del plato y un poco de harina. No las había visto cocinar, pero pronto aprendió que el alimento seco se conservaba durante mucho tiempo, pero era incomible. Hirviéndolo en cambio se volvía delicioso. De regreso a Venecia, Marco Polo difundió el plato llamándolo “spaghetti”, que era el nombre del emprendedor marinero.
Narrada en su totalidad, la historia es particularmente ridícula, pero la asociación entre Marco Polo y los espaguetis se difundió rápidamente, a pesar de ser completamente absurda. Aparece en 1929, en una revista americana que presentaba la historia como leyenda, pero omitía especificar que había sido inventada para la ocasión por un autor anónimo.
Una decena de años después terminó en una película, aunque un poco revisada. En Las aventuras de Marco Polo (1938), Gary Cooper interpreta al viajero y prueba en China un plato llamado spa get…
2. En busca de la cocción perfecta: el tiro del espagueti
Hablamos de uno de los temas más terroríficos de nuestro imaginario, al menos el italiano. La “pasta scotta” (= demasiado cocida) Hay una divertida leyenda del tiro de los espaguetis (o fideos).
Es un hecho: somos especialmente sensibles a los alimentos que consideramos nuestros y que se cocinan en otro lugar. Al mismo tiempo, siempre es difícil comunicar adecuadamente ciertas normas culinarias, como la consistencia de la pasta. Así, en el extranjero se han convencido de que para probar su cocción tenemos un método infalible: tirarla contra la pared. Si el espagueti (fideo) se pega, está listo.
Parece un rumor hecho a propósito para hacer sufrir a un italiano en el extranjero que extraña su cocina. La primera pista de la leyenda hasta ahora ha sido encontrada por Luca Cesari, experto en historia de la gastronomía, en el libro de 1946 You Can Cook if You Can Read: los autores la presentaban como un método infalible utilizado por los emigrantes italianos en Estados Unidos.
3. No sólo al diente
Aprovecho la oportunidad para disipar otro mito sobre la cocción de la pasta. El tiro del espagueti es una leyenda, pero la mítica pasta al diente no está exactamente grabada en el ADN italiano. La cocina, de hecho, evoluciona y así también los tiempos de cocción de la pasta seca, consumida desde hace siglos. Según Cesari, sólo desde el siglo XIX la pasta al diente empieza a aparecer en los textos.
Anteriormente, los tiempos de cocción recomendados (¡hasta 45 minutos!) habrían vuelto locos a los guardianes de la tradición culinaria italiana que patrullan las redes sociales.
La transición hacia la cocción al diente no fue, sin embargo, inmediata. Cesari escribe que se afirma definitivamente en la posguerra, a partir del norte. Pero mientras tanto la pasta italiana ya se había convertido (casi) en cosmopolita, también gracias a los migrantes. Ellos probablemente cocinaban una pasta “mucho más cocida” a esa época, asi que por eso también en el extranjero no se difundió mucho la necesidad de comerla al diente.
4. La cosecha de espaguetis: la burla de la BBC
La BBC, al menos hasta hace una década, ha mantenido una sólida tradición: honrar el 1 de abril con una buena broma. Día de los Inocentes – Pesce d’Aprile. La del espagueti es uno de los más memorables.
En 1957, el programa Panorama emitió un reportaje sobre la cosecha de espaguetis en una empresa familiar del cantón Ticino. Los espaguetis se recogían de los árboles en los que crecían y se ponían al sol para secar.
Era un chiste perfecto para el público británico de la época: la pasta todavía era algo exótico. Se emitió en secreto, por temor a que los líderes la bloquearan, y antes de que el programa terminara, se reveló que era una broma. Aun así, hubo cientos de llamadas al canal, y algunas personas querían saber cómo cultivar su propio árbol de espaguetis.
5. El mito del plato nacional
Hacemos de la comida una cuestión de identidad, pero los historiadores nos enseñan que quizás deberíamos ser más cautelosos y menos puristas. Vale también para la pasta. Las imágenes de un plato humeante de pasta de tomate, así como de una pizza margarita, se utilizan como símbolo de Italia. Pero los alimentos, las recetas y sus nombres tienen una historia que atraviesa siglos y países.
El historiador de la alimentación Massimo Montanari habla de eso en sus libros, y en particular en El mito de los orígenes. Breve historia de los espaguetis con tomate (2019). La pasta no la llevaron a Italia desde China, pero ni siquiera nació aquí.
La pasta seca, hecha con el gran duro, nació en Oriente Medio, y fue llevada a Sicilia por los árabes, en el siglo XII. Los condimentos que se establecieron en la península fueron la mantequilla y el queso. En cambio, el aceite de oliva era poco utilizado. ¿Y el tomate? Todos sabemos que viene de las Américas, pero tardó tiempo en ser aceptado como alimento en Europa. La primera salsa de tomate en condimentar la pasta era de España, y contenía vinagre. Para llegar al plato tal como lo conocemos hoy, habrá que esperar de nuevo al 800: sólo entonces los ingredientes correctos llevaron al éxito de un plato que hoy utilizamos como postal.
El mito de los orígenes es lo que nos hace pensar que existe un punto mágico de la historia en el que todo toma forma, todo comienza y todo se explica; el punto en el que se esconde el íntimo secreto de nuestra identidad. ¿Por qué los orígenes son sólo un mito?
El hecho es que los orígenes, de por sí, explican poco: la identidad nace de la historia, de cómo esos orígenes se desarrollan, crecen, cambian a través de encuentros y cruces a menudo imprevisibles. Un plato de spaghetti con tomate lo explica bien. Siguiendo las huellas de nuestro plato de identidad por excelencia, viajamos a tiempos y lugares lejanos – de Asia a América, de África a Europa, de las primeras civilizaciones agrícolas a las innovaciones medievales, hasta los acontecimientos de hace algunos siglos, o anteayer.
Descubrimos, así, que buscar los orígenes de nuestra identidad (lo que somos) casi nunca nos lleva a encontrarnos a nosotros mismos (lo que éramos) sino a otras culturas, otros pueblos, otras tradiciones, de cuyo encuentro y mezcla se ha producido lo que nos hemos convertido.
Escribe el historiador: “La identidad es lo que somos. Las raíces no son lo que éramos, sino los encuentros, los intercambios, los cruces que han transformado lo que éramos en lo que somos. Cuanto más profundizamos en la búsqueda de los orígenes, más descubrimos que las raíces se ensanchan y se alejan asi como sucede bajo las plantas. Descubriremos que las raíces, a menudo, son los demás”.
El tema se convierte entonces en el del encuentro de culturas, que es la condición que permite a las cosas que nazcan, no son las raíces… La cultura de la comida italiana se basa precisamente en esto, y por eso tiene éxito, es decir, se basa en el respeto de la diversidad.
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